Enemigos y Aliados: la gran mentira nacionalista
Julián Padilla
Posiblemente tenga que
recordar el consejo de un amigo, que en varias ocasiones me escribe y me dice,
estas ladrándole a la luna; en otra ocasión me dijo, te felicito, pero eres un
peligro; y cambiando la clave de sol a la de fa en otra ocasión, me dijo, no te
suicides. Bueno tal vez finalmente deba suicidarme y este escrito ayudará,
porque pienso que ninguno puede tirar la primera piedra, repito: ninguno.
Estamos hablando de nuestras
expresiones, nuestras posiciones y análisis y la imposibilidad hasta ahora, de
poder inclinarme confiadamente hacia un lado en la balanza. Es que al fin y al
cabo los actores no solo son corresponsables y cómplices de los grandes males
nacionales, sino que además, porque aman más el dinero y el poder que a la
nación, siempre están dispuestos a correr en las mismas carreras de ratas y
hacer lo que haya que hacer: para llegar al poder y luego para mantenerse en
el.
Las más recientes
demostraciones de espectacularidad política ponen a pensar como dicen los
muchachos de hoy cuando expresan: hay bobo, nos sugieren este titular elegido
para este escrito, Enemigos y Aliados:
la gran mentira nacionalista.
Venía desde hace un tiempo
indicando el compromiso que de forma personal han tenido los últimos
presidentes de la república sobre todo en los últimos 25 años con los intereses
supra nacionales y las expectativas de la ONU, pero no solamente ellos, sino
sus aliados y cuadros políticos. De esta traición al país no se salva nadie.
La gran mentira nacionalista
no la pueden ocultar no solamente los últimos tres presidentes de la república,
sino también los “lideres” de los partidos aliados en ese mismo rango de tiempo.
La prostitución de la
política, la podrida partidocracia hoy partido mafia, ha sido parte de la venta
odiosa de nuestra nación y de las posiciones genoflexas y anti soberanía
demostradas hasta la saciedad.
Los que más se han acercado
a la retorica y el discurso nacionalista, y han pretendido ser más coherentes al
menos en el bla, bla, bla, sin dudas han participado históricamente en la
conformación de lo que hemos denominado la ley traidora y su implementación.
Al término del año 2021 hablábamos
de la importancia de la revisión profunda de esa ley 1-12, ya que la misma lo
contemplaba en su texto, ante la ocurrencia de situaciones que impidieran su
materialización. Y las condiciones estaban por la misma crisis mundial de la
pandemia y sus impactos en las economías del planeta.
Pero en ese momento solo nos
situábamos para prevenir el castigo adicional a la clase media y a su calidad
de vida, y no nos fijamos en lo que finalmente llegamos a comprender. Y es el
compromiso total de estos gobernantes de turno, con satisfacer más el interés
supra nacional por encima de las necesidades domesticas.
Mucha gente en el sector público
desde las distintas entidades, instituciones, direcciones y los poderes del
estado y órganos constitucionales, fueron minados con estos paradigmas de la
agenda 2030, y al incluir por ley el cumplimiento de los llamados ODS que
impulso esa agenda de la ONU, entonces nos hemos acercado cada día mucho mas, a
las ideas globalistas y anti nacionalistas, y por lo tanto, hemos vivido un
proceso de fusión progresiva y por ley.
Con esa ley traidora, nos
hemos constituido en un anti estado en gestiones gubernamentales con discursos
mentirosos para la defensa de la patria, y en el fondo, hemos traicionado los
ideales forjados por los trinitarios.
La gran mentira
nacionalista, la han abrazado los últimos gobiernos en 25 años, desde la
creación y promulgación de le ley traidora a la fecha.
Si revisamos los ODS
(objetivos de desarrollo sostenible) numero 10 y 16 nos vamos a dar cuenta, que
desde esa misma agenda 2030, se presiona para favorecer las migraciones y
también los refugiados.
Y localmente por ley, hemos
incluido pactos, reformas, ejes estratégicos, líneas de acción para dar
cumplimiento a la agenda 2030. Hemos tenido tan poco elegancia al hacerlo, que
hemos hasta denominado la ley 1-12, ley de estrategia nacional de desarrollo
2030.
Establecer en una ley el
cumplimiento de las ODS es decir abrazar la agenda 2030 para estar en amoríos
con el poder globalista, la visión internacionalista, sin fronteras, y
fomentando los pactos migratorios y de refugiados. Esto es una traición a la
patria y a nuestra soberanía.
Pero también una traición a
la familia, porque esas ideas globalistas insertadas abiertamente en la agenda
2030 y las famosas ODS, también promueven la agendas y lobbies de la ideología
de género, por aquello de intentar reducir la población.
Y cada día va quedando más
claro, que todo lo que se ha visto y lo que se ve, ha sido parte del mismo
plan. Destruir al hombre, destruir a la familia, hacer más dinero y reducir la
población.
Eutanasia, matrimonios
igualitarios, interrupción del embarazo, el genocidio planificado del Covid, y
también las planificadas dosis de vacunas, que ya comenzaron a llevarse la vida
de muchos.
Y para cerrar con broche de
oro, al menos de forma coincidente, matar el amor al trabajo, con la necesidad
de convivir en el ambiente laboral, ya no con seres humanos a quienes dignifica
el trabajo, sino con robots que podrían ser hasta nuestros jefes.
Y cuando esa ola que matará
el amor al trabajo, a educarse, inunde las principales empresas multinacionales
del planeta y se tenga esa súper productividad, y sea imposible para el ser
humano competir, el incentivo y la razón de ser de muchos que apostaron su vida
a una vocación, languidecerá y morirá, y muchos se convertirán en verdaderos
muertos vivientes, sin una razón vocacional para vivir.
El globalismo está ahí, del
lado del pensamiento que empuja la productividad. Hay mas mercado, si unimos la
isla. No es lo mismo hablar de 11 millones de habitantes que de 22 millones.
Enemigos y Aliados, eso
vienen demostrado recientemente nuestros últimos gobernantes. En teoría
enemigos políticos, pero en el fondo, compromisarios con la misma causa anti
nacionalista, disfrazados de un pacto nación, y pro soberanía, que proyectan la
idea de romper con sus reales compromisos supranacionales.
Enemigos y Aliados: la gran
mentira nacionalista, veremos muy pronto su materialización. Pero en cualquier
momento el espíritu Duartiano, de la valentía de Mella y de la decisión firme
de Luyeron, retomará sus fuerzas, y como rio incontenible, logrará una nueva
restauración de la República Dominicana.
El juego ya está en el
noveno inning, las bases están llenas, pero batean los enemigos de la patria.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su opinión es importante!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.