jueves, 11 de abril de 2024

Los Pueblos de Latinoamérica: Chivos Expiatorios

 


Los Pueblos de Latinoamérica: Chivos Expiatorios

Julián Padilla

Los pueblos de Latinoamérica no son los responsables de que los bandidos que les gobiernan, muestren conductas con tantas tachas y abusen impunemente de ellos. Difícilmente encuentre usted algún pueblo de Latinoamérica, donde este desfile a otorgar una medalla al merito a su verdugo, su gobierno. A la larga todos huyen y la verdad como siempre sale a flote.

Parece que un espíritu diabólico posee a los presidenciables y encantadores de serpientes de nuestros pueblos, capaces de colocar anteojeras en los corazones casi sin latidos de nuestra bella región.

Latinoamérica no merece a la gran mayoría de los gobiernos que les mal dirigen. Por eso casi todos, al terminar sus gestiones, se ven implicados en múltiples casos de corrupción, de mafia y de señalamientos, algunas veces disfrazados por los acuerdos políticos que se dan con los bandidos que también le suceden.

Tome usted país por país, caso por caso, y encontrara en los últimos 5 mandatos en cada pueblo latinoamericano, miles de historias de abusos de poder, de crimen organizado, de corrupción administrativa, de defalco y crímenes de cuello blanco, quedando la mayoría impunes, por las falsedades de nuestros sistemas de justicia y por la mentira que de hecho representan nuestros denominados sistemas democráticos.

Es que les importa muy poco a los que mueven los hilos de poder en nuestros pueblos el jugar limpio, es que en el fango el lodo es el baño natural de las ratas.

Me gusta llamar las cosas por su nombre y es una pena, pues cada nación latinoamericana posee bellezas indescriptibles comenzando por la calidad humana de su gente, su música, su cultura, su historia.

Sin embargo, cuando nos detenemos a ver el accionar político, todo el drama comienza, pues en el fondo seguimos siendo esclavos de los usurpadores y traidores sociales de la política.

Haga todo un viaje por Sudamérica, pero si quiere comience por la casa del Tío Sam y comenzará a ver la podredumbre desde la misma casa blanca. Pero suba alguito mas y deténgase en la tierra de las cataratas y verá como esa sociedad cada vez más se corrompe, por un pensamiento postmoderno que destruye los cimientos de la lógica natural de la familia, como célula fundamental de la sociedad. Pero son países desarrollados a imitar. Latinoamérica tiene una riqueza que jamás podrá ser imitada (aunque si saqueada y neo colonizada) por estos anatemas de la humanidad: su cultura, su fe y sus riquezas naturales.

Vea usted acusaciones serias o retaliaciones, en los casos vigentes en la gran nación norte americana, propietaria del derecho de hacer lo que le venga en gana en Latinoamérica, hundida y asediada por los endeudamientos propiciados por el mismo FMI y Banco Mundial con un activo sistema depredador de sus chacales (Perkins).

Esa gran nación principal patrocinadora de la barbarie y la decadencia moral del universo cuando le conviene. Líderes absolutos de una ética situacional, que le acomoda la carta que siempre tiene debajo de la manga, para la extorsión y el chantaje a los neo colonizados presidentes títeres, que gobiernan nuestros pueblos en Latinoamérica.

Pero no podemos culpar a quienes nos alientan a seguir por el mal camino, traicionando casi siempre a cambio de poder, las soberanías de nuestros pueblos. Debemos culpar a quienes por la ambición de poder, se vuelven capaces de vender su propia alma al diablo y hasta vender el mismísimo cuerpo de sus madres o de sus hijas.

La falta de honorabilidad revestida de discursos bonitos pero baratos, se adueña de los escenarios políticos en nuestros pueblos, que los mismos verdugos de nuestra historia se han encargado de mantener analfabetos, o con una educación tan baja, que la única salida que nos queda como pueblo es sobrevivir, y seguir apoyando a bandidos para sustituyan maleantes en el poder.

Queremos magnificar y satanizar lo ocurrido en el Ecuador, por una acción evidentemente contraria a un derecho internacional desfasado de las realidades post modernas, donde la moral, la ética, la conciencia social, el respeto a las leyes, la corrupción, el crimen desde el estado y el abuso de poder, son la norma. Una regla con dos caras en la misma moneda, siendo la más tenebrosa, la cara de mantener el estatus quo de las mafias estatales impunes.

Un derecho internacional que ciertamente protege a los perseguidos de manera injusta sobre todo por ideas políticas contrarias, para mitigar los temas de retaliaciones. Aunque hablar de ideas contrarias en un mundo sin ideologías y sin filosóficas, donde la misma pragmática política lo contradice todo, es una burla a la inteligencia de los pueblos.

Pero si partimos de la base de la podredumbre comentada, fíjese como una misma nacional de México es quien ordena la incursión en la misma embajada de México en el  Ecuador, para apresar un ex funcionario sobre el cual ya pesaba una sentencia que le condena.

¿Quién ha dicho, que son personas beatificadas, para confiar ciegamente en la seriedad de las embajadas, como si las mismas estuvieran inmunes de cometer delitos, atropellos, abusos y hasta servir de parapeto para tapar crímenes de estado?.

El principio del respeto a las embajadas obviamente está vigente, pero también están vigentes, la falta de confianza ganada de un porcentaje importante de funcionarios, gobiernos y presidentes de nuestros pueblos. La nueva torre de babel construida por los arquetipos culturales que se imponen en la postmodernidad, no han traído nada bueno para la defensa de la moral, la ética y las buenas costumbres. En realidad, nadie sabe en quien creer y mucho menos en nuestros sistemas mafiosos y corruptos.

La decadencia moral que viven nuestros pueblos, sugiere un replanteamiento o al menos una reflexión, para hacer más ancha la línea divisoria entre la retaliación, la persecución política, y el apresamiento con una orden judicial procesada (sentencia firme), de una persona que ha cometido un delito y ya ha sido juzgado por el más alto tribunal una nación. Salvo en los casos donde se trate de regímenes dictatoriales.

Si seguimos ahondando en estos temas, no tiene sentido la persecución que vemos aquí en dominicana de los temas del narcotráfico en la región sur, apoyando la avanzada de la DNCD por los beatificados dueños del planeta y representados por Comando Sur. Y nadie sabe si es parte del show reeleccionista para mostrar la súper eficiencia del gobierno en otra área sensitiva de su FODA.

De que moral estaríamos hablando, si no deja de ser cierta la expresión del ex presidente Medina, cuando respondió a Tío Sam en su momento: que si aquí habían avenidas para la droga, en USA habían 10 o 20 avenidas más para recibirla.

La doble moral debe terminar, para que los pueblos de Latinoamérica dejen de ser conejillas de indias, para que nuestros pueblos tengan gobiernos que se respeten y respeten a sus pueblos y para que nuestras democracias dejen de ser lo que son: una Farsa con Corbata pero en la que nadie lamentablemente ya cree, excepto los oportunistas que se reparten cada vez el botín de guerra.

Por el momento los pueblos de Latinoamérica son el chivo expiatorio de los delincuentes que les gobiernan, aunque claro gracias al uso de los recursos del poder, se presentan todos como los nuevos semidioses de la era de la inteligencia artificial.

Mientras la manipulación internacional continua manejando las incubadoras que beatifican a los nuevos santurrones que nos gobiernan: la ONU, OEA y otras entidades infernales de nuestro hemisferio, los malos hijos de nuestras historias y nuestros pueblos, desgobiernan, se enriquecen y luego como gallinas huyen, pues ni siquiera como el avestruz les corresponde meter la cabeza bajo la tierra para no ver el ataque del león.

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