Declaraciones muy preocupantes
Julián Padilla
Para nadie es un secreto que la población dominicana ha
venido mostrando un hastío insoportable de la criminalidad y delincuencia
indetenibles, con la que ha tenido que coexistir la familia dominicana,
perdiendo tantas veces vidas y propiedades fruto de este enorme flagelo.
También de muchos abusos e involucramientos con el crimen
organizado de la misma policía nacional, que han parecido mas capos o
delincuentes que cuerpos del orden para el bien y la seguridad ciudadana.
La queja se maximizado tanto, que desde hace tiempo se
esperaban cambios en la jefatura de la policía nacional y el ministerio de
interior y policía.
A pesar de que se han producido cambios recientes en la
jefatura de la policía nacional, no se entienden algunos movimientos en el
tablero de ajedrez. Pues desde que se anunciaron los últimos dos movimientos
los cuestionamientos no se hicieron esperar.
Partiendo de esa base, entonces llaman la atención los
pronunciamientos hechos recientemente tanto por la nueva jefatura de la policía
nacional, así como del propio presidente de la república, quien insiste, en
realizar el trabajo que normalmente le correspondería al ministro de interior o
al mismo director de la política nacional.
La destitución del pasado director de la policía nacional,
parece que para darle un toque de elegancia, hizo que en lugar de un retiro
normal, se le nombrara como asesor del presidente de la república. Parecería
que en lugar de darle un mensaje claro de no aceptación por parte de la
población de su gestión, luce ser una premiación por encima del sentir popular al
que no le hizo caso el presidente Luis Abinader.
Es como una forma de decir, sin expresarlo, aquí se hace lo
que yo diga. Ese instinto trujillista, dictatorial, se ha visto muy frecuentemente
en decisiones típicas de malcriadezas o emocionales y que luego son
sencillamente errores, donde debe freírse de inmediato el huevo, para evitar
que se dañe y huela mal.
Es difícil no sumar al análisis alguna crítica, por la
constancia con que se muestran estas actitudes que distan mucho de la sensatez
o que traen suspicacia, por la falta de credibilidad que se ha sembrado ante
las tantas improvisaciones, errores calculados o no, pero que han lesionado o
amenazado el interés nacional.
Específicamente en este punto que hemos elegido llamar
declaraciones imprudentes, se dan varias situaciones muy delicadas que envuelven
la falta de credibilidad e institucionalidad, nueva vez de la policía nacional.
Sin embargo, endosar la responsabilidad total a un nuevo titular,
seria tal vez abusar, aunque también es un abusar el querer mostrar al mundo
una eficiencia que no se tiene, usando los mismos paradigmas de esta gestión de
gobierno, comunicación estratégica versus la falta de confianza generalizada y
amplificada en la presente gestión.
Voy a citar algunos ejemplos que llaman la atención y que
evidentemente le suman desconfianza, a la vez que alejan más la
institucionalidad de la policía nacional.
A los pocos días de la nueva jefatura, se anuncia y por
suerte que nadie le hizo mucho caso, que se había capturado al matador del
artista Vitico Erarte. Pero esa eficiencia tan repentina, lo que sembró de
inmediato fue dudas y por ende, no se logró mucho eco en los medios.
Ya en las últimas 48 horas, se destapa el caso de la
persecución de Kilo la Quema y hace dos días dice el presidente de la república
textualmente a la prensa nacional: “lo que a él le conviene es entregarse, pues
ya no va a recibir el apoyo a nivel medio ni alto”.
Veinte y cuatro horas después, se comparte en las redes
sociales una foto de una jeepeta, y una nota al pie, supuestamente un
comunicado de los que típicamente comparte la misma policía nacional en Instagram,
indicando que había caído abatido el delincuente.
Inmediatamente vimos esto y que se compartía por diferentes
medios la expresión básica del presidente, “que se entregue”, incluimos un
comentario a la misma cuenta que maneja la presidencia en instagram indicando:
a las 24 horas del presidente decir “que se entregue”, y luego que se diga en
instagram que supuestamente cayó abatido el delincuente, eso va a traer
problemas con los derechos humanos.
Eso es muy, pero muy delicado. Y sea cierta o no la información
de que ya hace rato fue muerto el delincuente, se puede interpretar que la
policía nacional cumplió órdenes, como se dice aquí, “ordenes de darle para
abajo”.
Por una jefatura que ha dicho que no le tiene miedo a nada y
que directamente mostró su bravura, amenazando a los delincuentes y
devolviéndole confianza y poder a los agentes en su arenga inicial.
Pero hay algo todavía más preocupante y delicado y es que las
expresiones del presidente de la república no se quedaron solo en la
“invitación” a entregarse. Sino que además agregó unas expresiones que pasamos
a analizar y comentar.
El presidente de la república, haciendo las veces de jefe de
la policía y de ministro de interior refiriéndose al delincuente del que
venimos hablando decir: “que le conviene entregarse pues ya no encontrará apoyo
en los niveles medios ni altos”. Esto es muy delicado.
Vale la pena subrayar la segunda parte de la frase: “ya no
encontrara apoyo en los niveles medios ni altos”.
Esta expresión deja al desnudo y confirma lo que todo el
mundo sabe y grita a voces, que la policía nacional es una cueva de bandidos a
todos los niveles, que tiene razón la ciudadanía cuando no sabe si puede
confiar en un policía o si debe temerle como delincuentes comunes. Que son parte
de la misma mafia y del crimen organizado que opera en el país y que creció sin
límites desde el inicio de la pandemia.
Estamos reconociendo públicamente, que ese delincuente del
que hablamos, recibía el apoyo de los niveles medios y altos de la policía
nacional, por lo tanto, muchos policías de todos los niveles, son tan
delincuentes como Kilo la Quema.
Y al decir el presidente refiriéndose a Kilo la Quema: “ya no va recibir ese apoyo del nivel medio”,
entonces ha de suponerse, que por el cambio de la jefatura este problema quedó resuelto.
Y si es así, como se justifica su nombramiento como asesor del presidente?.
Pero vamos más lejos, y no era el tema, pero una jefatura que
comienza cuestionada y que para tapar esos cuestionamientos ofrece una arenga
de amenaza, que varios días después anuncia la solución de un crimen deteniendo
a un haitiano que parece más un chivo expiatorio tipo costumbre de la PN para
desviar la atención o mostrar eficiencia y luego se destapa todo este lio en
Cambita.
Sin darse cuenta el deseo de principalía del presidente le ha
matado la gestión al jefe de la policía, a no ser que de una vez y por todas se
reconozca la verdad de lo que es la PN a la sociedad dominicana y el deseo de
cambiarla con honestidad.
La verdad es que deja mucho que desear, esto que estamos
viendo. Ciertamente preocupa mucho, pero mucho, esto que se ha manifestado públicamente.
Entonces, lo que se ha denominado y logrado hasta ahora de la
reforma de la policía nacional es definitivamente muy cuestionable, Y con toda
seguridad, si la oficina de los derechos humanos hacen su papel, cuestionaran
al presidente de la república y a la jefatura de la policía nacional.
Así como también queda retado directamente el defensor del
pueblo, quien deberá demostrar de que material está hecho y si su gestión vale
la pena y tiene razón de ser.