La Verdad se está desvistiendo
Julián Padilla
Desde que Rodrigo de Triana
grito Tierra y Sofía piso suelo dominicano, venimos enfocando el tema de la
famosa inteligencia artificial, como un paradigma que al igual que todos los que
fueron disruptivos, tendrá su propio ciclo de vida.
De hecho ya ha evolucionado
el paradigma original y por lo visto seguirá haciéndolo. Pero lamentablemente
ampliando su aplicabilidad, mejorando dramáticamente sus posibilidades de
automatización y con un impacto cada día mayor en la vida laboral y la
cotidianidad en todo el globo terráqueo.
Los procesos que se siguen
para idear nuevas aplicaciones son los mismos, solo cambia el objeto que se
persigue. Pero casi con notoria seguridad, no se viola el enfoque de sistemas,
IN, Process, OUT, y por ende, la potencial aplicabilidad de la IA tendrá solo
como limite la decisión humana de auto destruirse o auto desplazarse.
En todos los campos de la
vida hay espacio para las automatizaciones. Desde una maquina cortadora de
césped, a perros guardianes, a damas de compañía, a taxis autónomos, a médicos híbridos,
a servicio domestico o hasta camareros en un restaurante. Al parecer lo más
simple hace rato que había sido superado, me refiero a su impacto en los call
center.
El ser humano con su propio
alejamiento de hacer siempre lo correcto y lo ético, a atraído como imán miles
de posibilidades para ser desplazado por maquinas, robots, procesos
automatizados, de manera que no solo se logra una productividad geométricamente
mayor, sino que también se tiene como resultado una estandarización en los
procesos.
Sin embargo, todavía quedan
baches que con toda seguridad van a ser superados en poco tiempo y la realidad
en la que se intentara lograr someter a la humanidad representara un reto y al
mismo tiempo un desafío a la sobrevivencia.
Si nos fijamos todos los
países han entrado al mismo tiempo en los temas de revisar las leyes laborales,
y no solo se dispusieron por la pandemia a favorecer el teletrabajo, sino que
se fueron a la utilización de la humanidad como un laboratorio, y comenzaron en
paralelo múltiples pilotos de semanas recortadas.
Los movimientos en materia
legal que se han venido manipulando han abierto la puerta, para que el impacto
de la IA sea masivo y si se quiere indetenible.
Lo único que ha faltado de
exponer abiertamente, son leyes para la protección de los robots, los híbridos,
los agentes de IA, de manera que la misma OIT cambiaria su razón de ser, dejando
de lado al elemento humano, para dar paso a todas estas herramientas de
productividad.
La verdad se está
desvistiendo, y era lógico que lo hiciera. Ha sido necesario de acuerdo a la
visión soterrada el no comunicar abiertamente la verdad de todo este dilema.
Incluyendo la utilización del mismo hombre para entrenar a las maquinas que
luego le desplazarían y prácticamente le jubilarían.
Ya en el día de hoy se habla
de una verdad que comienza a desnudarse, la semana de solo tres días de
trabajo.
Eso está clarísimo. Es que
la productividad no va a dejar de significar lo mismo, desde la primera
revolución industrial hasta la fecha. Hacer más con menos y dar este salto casi
cuántico, hacer mucho más con mucho menos.
De eso se trata,
productividad plus, todo estandarizado y automatizado, uso restringido de mano
de obra y minimización agresiva de los costos fijos. Es un tema netamente
financiero y de mercado, donde otra vez las grandes corporaciones tendrán las
de ganar.
Así como la productividad
sigue siendo el mismo concepto, también la capacidad para la estandarización y
globalización la seguirán imponiendo las marcas líderes mundiales en todos los
terrenos.
La posibilidad de acceso al
nuevo paradigma siempre ha sido una limitante, incluso para los que tomaron la
iniciativa de intentar la industrialización, ya que partieron de la importación
de tecnología en obsolescencia, apostando a un mercado local cautivo, pero quedándose
siempre rezagados en materia competitiva frente a las grandes multinacionales.
Hoy el capital robustecido
no pondrá esas limitaciones a las grandes empresas y a un porcentaje de las
medianas. Pero la capacidad de producir en mucho menor tiempo, lograra un
abastecimiento tal, que los más pequeños no podrán competir en costos unitarios
ni en precios, y prácticamente acelerarían su ciclo de vida o también tendrán
que buscar ahorro de costos para sobrevivir.
Las fusiones y adquisiciones
podrían incrementarse, pues se desarrollaran oportunidades en fortalezas que
podrían aprovechar los mejor posicionados. Pero todo este proceso podría traer
como consecuencia un porcentaje amplio de tiempos ociosos en mucha gente que
eventualmente quedaría sin ocupación.
La verdad se está
desvistiendo, y lamentablemente la práctica del “me too” seguirá como una
realidad de sobrevivencia, dando fuerza a ese concepto de mercado que indica,
que cuando un paradigma cambia, todos volvemos a cero.
Los que no puedan estar a la
altura no serán competitivos y desaparecerán o con suerte serán adquiridos. Y
si el hombre no emprende una urgente una cruzada pero a tiempo completo por su
propia subsistencia, la brecha de pobreza crecerá, las limitaciones para
emprender estarán latentes o vigentes solo para subsistir y la mayoría de los
activos personales se diluirán.
Parece dramático o futurista
este escrito, pero por lo visto, seremos cada día más selva, y tendremos cada día
mas envidia, de los que miraremos como privilegiados de un sistema que hundirá
a mucha gente a la mediocridad.
Pero la rebelión será
contenida, pues habrá robots patrullando, y ya estará la moneda y la billetera
digital activa. Y aquellos que se opongan a esta nueva realidad, sencillamente
serán castigados en sus bolsillos y muchos atrevidos apresados en las cárceles
clonadas del súper carcelero salvadoreño en todo el globo terráqueo. Pero si
quiere no se preocupen, que no se tendrá nada, pero seremos felices.

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