martes, 24 de junio de 2025

LAS PRIMERAS MEDIDAS DEL SOBERANO MANDANTE


 

Las Primeras Medidas del Soberano Mandante

Julián Padilla

Es urgente que el pueblo dominicano se empodere y comience a colocar las cosas en su lugar. Si realmente los gobiernos se deben al pueblo y su sagrada misión es servirle y no servirse, entonces me parece que ha llegado el momento de enderezar muchos entuertos que la mafia de la partidocracia ha impuesto, como fórmula de la traición imperdonable a la confianza nacional.

Los discursos ya no valen, la credibilidad de cada engendro del demonio que intenta utilizar la silla de alfileres o acariciar la ñoña, no merecen los aplausos de nadie, ni siquiera aquellos que pretenden lograrlo de forma independiente se salvan de la maldición de la ñoña, que persigue a todos los que no se por qué se creen presidenciables.

Sin embargo el Soberano Mandante vive, respira, sufre y se ha cansado de los maltratos de sus cuatreros predilectos y ha dicho ya basta, y por ello, sería muy conveniente que abrazara el  norte para el logro e implementación de unas medidas selectas que pasamos a comentar.

Invertir la pirámide organizacional del estado. Ya esta bueno que se sigan creyendo los que llegan a una función publica, de que los recursos del estado le pertenecen y que el pueblo que les dio la oportunidad de gobernar, es una especie  de súbdito cuyo único rol es rendirle pleitesías sin poder hacer algún tipo de exigencias. El ultimo en el organigrama debe ser el presidente de la república y el primero, El Soberano Mandante.

Censo y Ajuste Migratorio. Ciertamente algunos sectores económicos cifran sus expectativas con la utilización de la mano de obra haitiana, donde los costos de la mano de obra contribuyen a su productividad y posicionamiento estratégico. Por ello, conviene establecer por censo, la necesidad real de mano de obra y al resto, abrirles el camino para que retornen a su nación. Si solo se necesita por ejemplo, 300 mil nacionales haitianos, los tres o cuatro millones restantes, deben regresar a su país.

No reelección en ningún cargo electivo ni órgano constitucional y extensión del periodo presidencial. Como una medida saludable y sanadora que coloca en su lugar a la partidocracia, establecer la no reelección presidencial ni de ningún cargo electivo, y tampoco de ningún órgano constitucional, sería un gran avance democrático e institucional. Y conjuntamente con esto, establecer un nuevo periodo presidencial ampliándolo a cinco años, con una ratificación obligatoria a medio término. La ratificación sería aplicable para todos los cargos electivos y todos los órganos constitucionales. A mitad de camino, el que no funciona, se va.

Obligar al equilibrio en las cámaras legislativas y en los ayuntamientos y el ajuste al 2% mínimo de votos para seguir como partido político activo. Partiendo de la aplicación de esta medida y con la desaparición de los ventorrillos políticos, aquellos partidos que logren al menos el 2% de los votos, tendrán una participación obligatoria en el congreso nacional y en los ayuntamientos, para garantizar el equilibrio de las cámaras y de las salas capitulares.

No más dinero público para los partidos políticos y poder alternativo. Con el poder alternativo obligatorio, tendrían los partidos mayoritarios la oportunidad de alcanzar la primera magistratura del estado, y de no imponerse usando los recursos del estado, y que el próximo presidente no sea del partido de gobierno. Para ello, termina la utilización del dinero público para financiar los partidos políticos, y se obliga a que próximo presidente, sea de un partido opositor.

Derogación inmediata de la ley 1-12 y la creación de una nueva ley para impulsar el desarrollo nacional. Con esto, se rompen los compromisos supranacionales y se establecen los caminos, ejes, políticas, y estrategias propias, para garantizar el desarrollo económico  del país, por y para el país. El soberano mandante sustituirá con nuevas participaciones lo que con la ley 1-12 ha fungido  como el CES.

Las candidaturas y el sistema electoral. El derecho a elegir y ser elegido pertenece al ciudadano no a los partidos políticos, por ello, el sistema electoral deberá modificarse, para permitir la posibilidad de hacer política y lograr una candidatura independientemente de los partidos.

Para ser candidatos por un partido o independiente, se establecerá un perfil mínimo, y los que cumplan con el perfil mínimo adecuado cargo electivo podrán ser postulados. Se crearan los filtros adecuados, para validar la participación de los candidatos independientes o por partidos previamente calificados. El sistema electoral será modificado para dar cabida a los candidatos con perfiles validados por partidos e independientes.

Priorizar el derecho al trabajo y mitigar el riesgo de rotación de personal por la disrupción de la inteligencia artificial. El derecho al trabajo lo tienen los seres humanos y no un robot. Por ello, se tomarán las medidas necesarias, para minimizar el riesgo de que exista una alta rotación de personal como consecuencia de la sustitución de personas por maquinas.

Reducción amplia del menú impositivo. Muchos tipos de impuestos deben ser eliminados, y otros redefinidos con tasas mínimas, logrando con ello, una mayor participación de la población en las contribuciones, y dejando de lado todos aquellos impuestos que empobrecen a la sociedad dominicana y por ello favorecen su evasión.

Aprobación de medio término de la agenda legislativa. Control y justificación del endeudamiento.  Se terminó el impacto del hombre del maletín y los cabildeos que casi siempre traicionan al interés nacional. A medio término el soberano mandante, aprobara mediante referéndum: la agenda legislativa, los grandes proyectos de interés nacional y sus presupuestos y cualquier endeudamiento que pueda exceder un umbral especifico a establecer.

Estas serian algunas medidas iníciales del soberano mandante, donde la primera de todas implica necesariamente, instituir el referéndum para las aprobaciones fundamentales que solo puede decidir el soberano mandante.

Se acabó el relajo de la cosa pública y el despilfarro de los recursos que solo pertenecen a su dueño: el pueblo dominicano.

 

jueves, 19 de junio de 2025

LO QUE SIEMPRE ESTA MAL: "LA LEY"

 


Lo que siempre está mal: “la ley”

Julián Padilla

Con mucha tristeza el pueblo dominicano vuelve a ser víctima de las leyes. Bien se decía recientemente en la prensa nacional, “aprueben el código penal”. Aunque esto no signifique que también tengamos en el mismo algunas atrocidades, que como siempre llevarán en su momento al pueblo dominicano a seguir diciendo: lo que sigue  mal es la ley.

Es que según las leyes vigentes, cuando hay arraigos claros se evita la prisión preventiva. Y nadie puede negar que si existen arraigos en el caso de los hermanos Espaillat para someterse al proceso, y ya lo avanzaban algunos de sus abogados, mientras se acercaba la fecha de la audiencia de medidas de coerción.

Es que lo que se persigue en una audiencia de esta naturaleza, no es adelantar el juicio, que al parecer no podrá ser evitado por ninguna audiencia preliminar, pues de antemano se sabe que las pruebas ya aportadas serán suficientes para ir a juicio de fondo.

Incluso, el ponderar que una medida de coerción a 18 meses, es casi prisión cumplida, pues según lo que está mal, es decir la ley, para el caso especifico, cualquier pena oscilaría entre 3 meses y dos años, aunque en la práctica se trate no de un homicidio involuntario, sino de un Genocidio Involuntario.

Si Genocidio Involuntario, porque un solo hecho, la bomba atómica destruyó cientos de miles de personas con un solo bombazo del Enola Gay. Y aquí en el Jet Set, con un solo techo caído, cientos de personas resultaron muertas.

Pero ¿cuantos meses faltarían en el caso de una medida de coerción cumplida de 18 meses, si además se produce una condena de 2 años?, Serían seis meses más para tener pena cumplida de los dos años, que es el máximo que establece la ley para el “homicidio involuntario”.

Ciertamente pueden existir otros elementos adicionales incluyendo hasta salvaguardar la vida de los imputados, que inviten además del arraigo, a no dictar prisión preventiva, pues el clamor popular de castigo también está diseminado en nuestras cárceles.

Tampoco se puede negar, que personas fallecidas vienen de familias de diversos orígenes, y no se escapan del proceso de duelo, la rabia, la ira,  deseos de venganza, impotencia, como parte de los sentimientos afines a ese proceso de duelo. Un duelo personal y colectivo, familiar y popular. Y también, sin lugar a dudas, la depresión que podría acompañar a los imputados, al ver los resultados de sus inobservancias.

Me parece que apelar esta medida de coerción, si bien estaría en consonancia con la idea de calmar el sentimiento de impotencia popular, no tendrá el efecto que se quisiera buscar, así como tampoco la prisión preventiva es lo que devuelve la vida a cientos de personas en la fatídica tragedia del jet set.

Este tema no se resuelve con dinero y tampoco con cárcel. Para sanar las heridas que se tienen, se requiere mucho tiempo y proceso de sanación que lleve a un perdón emocional personal, familiar y colectivo, pero conociendo nuestra cultura, no sería factible de lograr.

En caso de una condena al tiempo que sea, que conlleve a prisión, ya al final del juicio de fondo, donde seguramente estarán los dos hermanos condenados, se tendrá que buscar un alojamiento donde la vida de estas personas que no estén constantemente amenazadas. Y eso retornaría la rabia colectiva y podría traer consecuencias sociales no deseadas, pues la gente dirá: ¿también privilegios?.

El sentimiento colectivo y la sed de venganza de mucha gente es real, está vigente y lamentablemente ni la prisión preventiva, ni la pena que dice la ley, calmara ese sentimiento popular.

Tal vez abandonar el país sigilosamente, o como en las películas, cambiar de identidad, de rostro y hasta de huellas digitales, podrían permitir la sostenibilidad de una vida en sociedad mínimamente llevadera.

Ciertamente este evento del Jet Set, la misma rabia que se incrementó popularmente, al ver que se movían las evidencias, al trasladar los escombros a otros lugares, destruyendo las escenas del crimen e impidiendo un adecuada cadena de custodia, contaminándolo todo, sumo también inquietudes validas y a la vez, le quita fuerzas a cualquier informe pericial, por mas “científico” que se venda.

Todos los temas involucrados en este proceso, lucen contaminados y contaminantes. Y ahora cuando se entra a la fase de una “supuesta justicia”, parece que volvemos al montaje teatral de una nueva tragicomedia, mientras se aprovecha para el desvío de la atención, y se siguen tomando decisiones impopulares.

 

 

 

domingo, 1 de junio de 2025

LOS SEIS EJES DEL CES

 


Los Seis Ejes del CES

Julián Padilla

Parecería que la República Dominicana está impedida de dar una respuesta automática a estos temas que se plantean como los Seis Ejes que estaría discutiendo el CES. Las respuestas están clarísimas y aunque existe una correlación en estas variables con una sola decisión las demás se van acomodando.

Y habría que comenzar tal vez con lo que significa el valor agregado a nuestra economía y por ende, la realización de un Censo Creíble que determine, ¿cuánta mano de obra haitiana realmente necesitan los sectores económicos que le utilizan?. Teniendo este dato todo lo demás se cae de la mata.

El tema del desarrollo de la comunidad fronteriza es el mismo tema del desarrollo del país. Por lo tanto los gobiernos municipales de esa zona deberían actuar en consecuencia y recibir el apoyo del gobierno central sin descuidar las otras regiones del país.

En ese punto hay que evitar que los recursos caigan en sacos rotos, pues hay una correlación muy estrecha, entre una zona deprimida en cuanto a su desarrollo y la alta incidencia de migrantes ilegales.

No se trata de desarrollar ciudades para que los haitianos vivan felices en la zona fronteriza. Ese concepto de ellos allá y nosotros aquí, no puede ceder un solo milímetro. No usemos este tiempo y estos recursos para imponer una nueva agenda anti país.

Con el conocimiento de la mano de obra realmente necesaria en los distintos sectores en los que participa la mano de obra haitiana, ya el tema migratorio baja una “orden ejecutiva moral”, y es que los demás regresan a su país.

En nuestro país solo deberían estar presentes y en las mejores condiciones posibles, los regularizados por los fines de trabajo en esos sectores que se corresponden a ese censo serio que proponemos.

Evidentemente se trata de personal que recibirá el mismo trato que recibe un empleado u obrero dominicano en los mismos sectores económicos. Su salario, su seguridad social. Esa nomina deberá ser supervisada y actualizada, en función de los proyectos que se desarrollan.

El tema del comercio bilateral con Haití, tiene mucho que ver con la capacidad productiva del país, su proceso de industrialización, su competitividad y el aseguramiento para satisfacer la demanda de bienes y servicios locales.

Luego cualquier negocio con Haití, debería realizarse por la vía marítima y para ello se podría desarrollar una logística que consolide las cargas de lo que se exportaría hacia Haití. Aquí los criterios de la APA y del nearshoring podrían funcionar.

Esto implicaría, que se cierra el mercado terrestre binacional, para dar la mayor protección y seguridad fronteriza, mientras se completa el muro, que se construye entre los dos países.

La seguridad nacional no es negociable, la razón de ser de nuestro ejército es precisamente proteger y defender la soberanía nacional ante cualquier amenaza y tomar las medidas preventivas, de forma tal que se asegure la convivencia pacífica y el respeto a nuestro territorio e independencia.

En cuanto a las relaciones internacionales, ya me parece ha quedado claro, que a la comunidad internacional no le interesa el caso Haití y que la República Dominicana, tampoco puede resolver el tema interno del país vecino.

Por lo tanto, independientemente de las presiones que siempre se reciben, la nación dominicana debe acelerar y profundizar los procesos de repatriaciones masivas de nacionales haitianos, mientras le da cabida de forma ordenada, exclusiva y meritoria, a los trabajadores que contribuyen con su esfuerzo, en la construcción, agricultura y cualquier otro sector productivo, y necesariamente amarrado al citado censo laboral.

Las relaciones internacionales con Haití, seguirán siendo la de dos países hermanos, que dentro de sus límites, tienen sus actividades soberanas y como siempre, pueden coexistir pacíficamente, sin menoscabar los intereses exclusivos de cada nación y por ende respetando el derecho ajeno.

Finalmente, la nación dominicana, debe trazar su carta de intención definitiva y dejar por última vez una posición irrenunciable y clara frente a la comisión de seguridad de la ONU y cualquier otro organismo multilateral, subrayando que la República Dominicana es por y para los dominicanos.

Esta reunión que comienza a funcionar nueva vez en el CES no debería aprovecharse para poner sobre la mesa otras agendas.

Es más, los mismos planteamientos previos que en forma de decreto ha establecido el poder ejecutivo, deberían revisarse en estas mesas de trabajo, pues no se justifica castigar a la familia dominicana con mas cargas financieras, a los fines de dar satisfacción a este tema, que solo implica tomar de decisiones.

Si la comunidad internacional desea contribuir con Haití, que lo haga, y debería ser la posición definitiva de la nación dominicana, solo ser un observador de los temas que impliquen intervenciones militares, ya que nuestra historia ha sido suficiente y no sería agradable ni productivo, tener que volver a luchar contra una ocupación militar extranjera.

Nada es casual, no son hechos aislados

Nada es casual, no son hechos aislados Julián Padilla Esa es nuestra Partido Mafia, no le quepa la menor duda. Es la cultura política de...