sábado, 13 de septiembre de 2025

La Salida Menos Violenta


 

La Salida menos violenta

Julián Padilla

Desde hace un tiempo venimos recordando el cuento del lobo, y como a la abuelita de caperucita su lobo le llegó.

De muchas maneras hemos advertido al país y sobre todo a las autoridades, de la necesidad de reflexionar y re pensar el país que queremos. Y lo hemos dicho claramente: necesitamos una nueva estrategia nacional de desarrollo aprobada por un Referéndum, no por un congreso que no representa al pueblo dominicano.

Hemos insistido en la fórmula definitiva pero que evitan los políticos y es la inefable formula del Soberano Mandante, si es que queremos rescatar el sentimiento democrático y con ellas establecer practicas y sistemas más aceptables.

Desde que ocurrió en Paraguay el incendio en su parlamento, ya teníamos condiciones en el país para un nuevo estallido social, y hacia mucho más tiempo, que el congreso nacional se divorcio sin forma de reconciliación del pueblo dominicano.

Y claro está, el proceso de des institucionalización del país continuó y continúa de manera indetenible, los robos al erario, el crimen organizado, el enriquecimiento ilícito, el delito de cuello blanco, la impunidad e inmunidad de los políticos ladrones pero pegados, son el pan nuestro de cada día en nuestra querida quisqueya.

A todo esto le sumamos el intento de mordaza y llegamos hasta la perla de un código penal que castiga el ponerle el cascabel al gato y llamarle misifus al felino.

Hemos descrito el círculo de la extorsión, el sistema estructurado de la mafia de la partidocracia y su vital enriquecimiento ilícito, los sistemas que lucen estar instalados para la corrupción administrativa, la manipulación agresiva de las masas y el abuso de poder diseminado mediante el chantaje de los aparatos represivos del estado.

Una tristeza y rabia compartida por toda la población dominicana, por un nuevo fiasco político, ahora la gestión del cambio, aunque hay un porcentaje que aunque no habla, no deja de golpear cacerolas, y esto para poder cuidar el puestecito.

Un populismo y clientelismo instalados y maximizados, de forma tal que existe una virtual fragmentación de la sociedad y de la familia dominicana. Decía hoy la prensa, que casi el 50% de los empleos dependen del sector público. Y claro, esto es prácticamente un proceso típico para garantizar elecciones compradas.

La reelección presidencial del cambio no fue otra cosa que eso, ese porcentaje salió a votar, la reelección paso en primera vuelta, y ni celebración hubo, y como, si ha sido el peor gobierno de la historia.

Pero no nos basta toda esta parafernalia y la enorme crisis social y política creada y profundizada, que virtualmente mantiene al país, viviendo encima de un polvorín. Sino que también tenemos los timbales de mostrar los fósforos y las mechas, creyéndose el cuento que con mas narrativas anti pueblo, se puede inyectar al país una dosis de tranquilina, cuando la rabia colectiva crece y la violencia reprimida está a punto de estallar.

Diariamente vemos ejemplos de explosiones sociales individuales, frente a lo que la gente considera abusos de poder, y al mostrar esa agresividad por el portar un arma o un uniforme estrujado, la gente reacciona con mucho más coraje, dispuesta a morir si es necesario, pues casi siempre se trata de ciudadanos desarmados.

Hombres y mujeres han sabido reaccionar y lo seguirán haciendo, frente a la desvergüenza que constituye el que no se merezcan el respeto de nadie. El último caso es paradigmático: la diputado y la militar del CUSEP.

Es rabia comprimida, violencia que necesita expresarse, y disposición de mucha gente a ayudar al desgobierno del cambio, a terminar de hundir el barco, que con tanta eficiencia han planificado destruir.

Parece que el tiempo de las ovejitas mansas ha terminado en la nación dominicana. Si usted toma la empatía zero del gobierno expresada en acciones todas planificadas: el alza del dólar por aquello de la meta de inflación, el aumento descarado de precios, el robo en los pesos netos y baja calidad en supermercados, el descaro de las autoridades queriendo racionalizar o justificar lo imposible, el promover la narrativa pagada a malos dominicanos que utilizan su saber para terminar de hundir el barco, la promoción descarada de la reforma fiscal, apagones programados.

Todo para imponer la más cruel medicina al país. Ahí están, fosforo y mecha y la Nepal del Caribe esperando el próximo invento de la magnífica gestión del cambio.

Pero la traición a la familia dominicana es tal, que con todo esto planeado, llamamos al FMI (los Chacales de Perkins) para que ellos digan lo que queremos hacer. Porque necesitamos exprimir al pueblo, matarlo de hambre si es posible, o garantizar al menos a ese 49% de empleados que representan al sector público sigan con sus empleos.

Un comportamiento de mafiosos, la cosa nostra al timón del barco nacional. Un pensamiento característico de una sicopatía gubernamental integrada. Pero se han ganado el odio de la población. Por eso “nadie respeta a nadie”, y eso es muy peligroso.

De la Rua en argentina tuvo que salir corriendo y huir en helicóptero por aquello del corralito. Jorge Blanco y los bandidos del Jacho Prendío huyo vestido de mujer en 1984.

En Yakarta recientemente quemaron el congreso nacional por bandidos, en Katmandu Nepal sucedió lo propio incendiaron oficinas gubernamentales. Y a la Dubai del Caribe le falta muy poco, para que se encienda la asamblea nacional con todos los felinos dentro.

El camino menos violento está claro, y lo hemos sugerido desde hace un par de años con el proyecto del Soberano Mandante. Además de un Referéndum con un detalle de temas a aprobar por el pueblo, no por un congreso que no le representa.

Que “todos los que han sido funcionarios en los últimos 25 años, esto incluye a congresistas, alcaldes, regidores y órganos constitucionales, devuelvan lo que se han robado”.

Con esto será suficiente, para pagar la deuda externa, sobre cubrir el déficit fiscal y comprar chiclets para los muchachos. Atrapemos a los ladrones, todo el mundo los conoce, y dejen de joder ya al pueblo dominicano.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su opinión es importante!

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Nada es casual, no son hechos aislados

Nada es casual, no son hechos aislados Julián Padilla Esa es nuestra Partido Mafia, no le quepa la menor duda. Es la cultura política de...