viernes, 11 de octubre de 2024

El negocio de la reforma: Un Gobierno Rico y un País Pobre

 


El negocio de la reforma: Un Gobierno Rico y un País Pobre

Julián Padilla

Está clarísimo que la reforma fiscal no solo contradice el discurso en oposición del presidente Abinader, pues en aquel momento decía con vehemencia, que había que bajar los impuestos, eliminar muchos y tener tal vez uno o dos impuestos con una tasa moderada.

Pero la fiesta comenzó y se multiplicaron los endeudamientos alcanzando cifras nunca antes vistas, y lo peor del caso, sin que se vieran resultados palpables de entregables plausibles por el pueblo dominicano.

Parece ser que todo el esfuerzo, de la primera gestión de gobierno tenía una meta, el hacer los amarres para lograr una reelección presidencial y un nuevo gobierno, aun sin entregables.

La situación que había en el 2020 que permitió al presidente Luis Abinader fue empeorada con creces por el gobierno del cambio, sin embargo, la tasa de rechazo hacia los mal llamados presidenciables que le cometieron, prácticamente sirvieron de flanqueadores para que la reelección presidencial sucediera, a pesar del pésimo gobierno realizado.

Luego de esta experiencia, viene entonces el azote hacia el pueblo dominicano, con una reforma fiscal, apretándole más el cuello a la gente, porque el gobierno que debe ser rico, aunque el pueblo sea pobre, necesita más recursos, para lo mismo. En teoría para poder pagar la deuda que el mismo mal gobierno contrajo sin resultados.

Pero es evidente, que aunque se conocen las victimas fundamentales de este despropósito tributario, tienen que haber aliados y beneficiarios de esta conflagración contra el pueblo dominicano.

En esta traición socio política, tenemos dos escenarios, el ideal, donde todo el pueblo dominicano, noble y totalmente identificado con el deber de ser un contribuyente serio, asume la reforma fiscal y cumple con todo lo previsto en esa nueva ley que próximamente tendremos, la ley de modernización fiscal.

Y con este cumplimiento, el pueblo dominicano, dotado de un gran estoicismo y civismo por demás, decide masivamente apoyar el gran esfuerzo gubernamental, por exprimir a la población con más impuestos y con un empobrecimiento masivo, por no importa, somos buenos ciudadanos y es nuestro deber, pasar hambre, no comprar medicamentos, hasta tomar prestado para pagar los impuestos al voraz atracador discípulo de Tio Sam.

Un aplauso para ese noble pueblo dominicano, que con tanto civismo, será el mejor contribuyente de las Américas. Es más, cuando se den casos de algunos con ciudadanos que no puedan pagar sus tributos y sean asaltados por las patrullas mixtas fiscales, los vecinos aportaran cualquier diferencia, pero el barrio completo cumplirá con esas obligaciones tributarias que son más importantes que la misma alimentación, la renta, el colegio de los hijos y es más, todas la chiripas también serán reportadas, porque hay que cumplir con la ley.

Y no importa que funcionarios del ayer, de hoy y de siempre y que beneficiarios de la arepa pública, hayan robado y hayan colocado dinero robado en paraísos fiscales y puedan exhibir riquezas que no le pertenecen. Esos son santos cabrones a los que todo el pueblo le debe pleitesía y aplausos sostenidos, además de un apoyo total e irrestricto hasta llegar a una curul y lograr inmunidad.

Ese escenario ideal para los burladores del pueblo dominicano, fiscalistas encargados de arrebatar lo poco que la gran mayoría tiene en sus manos para sobrevivir, pero que permitirá el gobierno rico mientras las parturientas haitianas son atendidas, los cupos de nuestros niños en las escuelas son usurpados y la cobertura del seguro medico apenas alcanza para cubrir un jarabe para la tos.

Ese pueblo bendito, el pueblo dominicano, está casi celebrando las navidades antes de tiempo, aunque en lugar de una fiesta será unos rezos, porque las bocinas que se usaban en el barrio, fueron robadas por la policía nacional en los operativos anti pueblo que ha dirigido la orquesta del ministerio de interior y policía COBA.

Pero la ciudad se verá bonita, sin ruido, todo limpio, aunque sin agua y sin electricidad en muchos sectores del país, eso sí, aún con las neveras vacías, todos habiendo pagado los impuestos al gobierno del cambio, pues el pueblo ha sido amenazado con ser perseguido si no paga sus impuestos.

¿Pero quiénes serán los beneficiados de esta súper recaudación tributaria?. Suponemos que serán archirrivales que compiten por el dinero público del tipo INTRANT, AERODOM, RDVIAL, PEAJES SOMBRA, SALVAMENTOS DESAUTORIZADOS CON FONDOS AFP y unas cuantas mafias aromáticas de las que involucran los cuerpos del desorden y los uniformados en todo el país.

Un aparato estatal mafioso, poderoso, por encima de la ley y del orden, poseedor de los peores ejemplos que la sociedad dominicana puede históricamente recibir.

Un aparato estatal digno de aplausos por sus grandes realizaciones, y un pueblo querido que ama tanto su gobierno, que incluso es capaz de endosar sus ingresos para que el gobierno pueda trabajar.

El otro escenario es más simple, una desobediencia civil generalizada, dándole al gobierno a entender claramente, quien tiene el poder y quien manda en los bolsillos del pueblo dominicano. Si el pueblo dominicano decide no colaborar pagando los tributos aunque sea por un par de meses, la fiebre provocada por la ansiedad de robar, pasara sin la necesidad de usar antibióticos. Claro los mismos sectores perjudicados, los económicos, los industriales, zonas francas, y otros giros de negocios y la gran familia dominicana, a una. Un gran paro nacional, y no pagar impuestos de ningún tipo, a la vez que se imponen reducciones significativas en las tasas impositivas y eliminación de muchos impuestos que existen solo para joder la gente y hacerlas más esclavas.

Ahí están esos dos escenarios, aunque sabemos que también hay sectores traidores, que se beneficiaran de esta nueva riqueza gubernamental, pues son los socios o de APP o de nuevos Fideicomisos, para beneficiarse con el financiamiento y hacerse ellos del santo y la limosna, mientras languidece la calidad de vida de los dominicanos.

La frase que mejor ánimos podría darle al pueblo dominicano, y lamentablemente ha sido usada en la pelota para joder al Licey, es m pa la reforma. Solo resta pedirle a los que ahora revisan la reforma fiscal, que incluyan no solo preservativos en algún articulado, sino también, suficiente lubricante, para que el joder al pueblo dominicano le quede como algo placentero.

¿QUE HARA EL MAZOQUISTA E IMPOTETENTE PUEBLO DOMINICANO FRENTE AL ABUSO DE LA REFORMA FISCAL?

 

 

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